José Tomás indultó al cuarto, un gran toro de Parladé. Puso los tendidos al rojo vivo en un quite variado, emotivo y de gran calado, en el que entremezcló saltilleras, faroles, serpentinas y brionesas. En otro quite toreó con el capote a una mano como si de derechazos se tratase. Salió a torear con la muleta sin espada sobre ambas manos. Naturalidad y buen gusto. Pero los mejores momentos llegaron cuando cogió la espada. Lo mejor, unos naturales de frente que pusieron la plaza en pie. El Coliseo fue un éxtasis. Gran faena y mejor toro de Parladé, para el que se le pidió el indulto, que fue concedido.
Fuente: Aplausos
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Ingrato ha vuelto al campo a disfrutar del premio que solo tienen los mejores toros: una nueva vida como semental. Desde que el toro vuelve a los corrales, los veterinarios empiezan con las curas. Cuando las heridas ya han cerrado: "Lo importante es que vuelva a coger peso y esté fuerte y sano para su gran premio, el lote de vacas que a partir de enero le esperará", explica Juan Pedro Domecq, ganadero de Parladé.
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